¿Qué es una Editorial Musical?

Hay varias figuras profesionales que rodean al autor-artista-intérprete que generalmente no son tan conocidas como se supone, aunque sin duda la más desconocida es la del Editor Musical.

En concreto podríamos hablar de:

Mánager: La mejor conocida. Su función es la de representar los intereses del artista. Buscar actuaciones, negociar los contratos, “cachés”, condiciones de equipamiento, viajes, hoteles…

Productor discográfico o, como mejor se le conoce, Discográfica: También trabaja con el artista y se encarga de producir, promocionar y distribuir sus interpretaciones en soporte discográfico, tanto en formato digital como físico.

Pero ¿quién se encarga del autor?, ¿quién maneja, promociona, gestiona, distribuye, protege y explota comercialmente una obra musical? …. el Editor.

Cuando un Autor escribe o compone una obra o canción, sabe que comienza un trabajo cuya finalidad será conseguir que esa propiedad intelectual reporte un beneficio material o inmaterial a su dueño, nunca lo contrario.

El Autor sólo desea que su obra no se vea dañada, modificada, utilizada sin su autorización o, lo que es peor, robada, y con lo que sueña es con que esa obra pueda proporcionarle una rentabilidad económica y satisfacciones personales que compensen los esfuerzos realizados en su creación.

Por supuesto que cualquiera de las tareas de manager, productor discográfico o editor las podría realizar directamente el autor, pero para ello necesitaría dedicar unos recursos, conocimientos y esfuerzos que disminuirían su labor creativa.

Para todo ello su mejor socio es, sin duda, el Editor.

 

10 puntos fundamentales de un Editor Musical:

1.- Promociona tu obra. El Autor precisa de alguien que realice las labores administrativas y promocionales a las que él no puede dedicarse, sin desatender su labor creadora. Necesita de un socio activo y eficaz.

2.- Publica tu obra. El Editor es quien publica la obra del Autor (gráficamente) y se encarga de conseguir los acuerdos para que otros la publiquen en un soporte tanto físico como digital, facilitando el acceso a la misma a cuantos integran el mundo profesional de la música. Una obra no publicada es como si no existiera, puesto que nadie sabe dónde acudir para obtener su partitura, o su partitura y letra, o la grabación, según los casos.

3.- Protege tu obra. El Editor es quien se preocupa de la protección de la obra del Autor. La documenta en la SGAE, la inscribe en el Registro de la Propiedad Intelectual y además vigila y defiende la integridad de la misma frente a cualquier ataque que pueda sufrir de naturaleza moral o patrimonial.

4.- Explota comercialmente tu obra. El Editor conoce los resortes necesarios para tratar de conseguir los mejores resultados económicos en la explotación comercial de la obra. Está en contacto constante con productores discográficos, artistas, productores de obras audiovisuales, agencias de publicidad, etc.

5.- Difunde tu obra en Internet. El Editor utiliza Internet para la difusión de la obra que le ha sido encomendada por el Autor, sabe y conoce las mejores vías para su promoción.

6.- Difunde tu obra en el Extranjero. El Editor es quien puede proyectar la obra fuera de nuestras fronteras, a través de la red de editores extranjeros con los que tiene continuo contacto profesional.

La promoción y el control internacional de los derechos que pueda producir la obra están asegurados a través de los sub-editores con los que el Editor cuenta.

7.- Defiende tus derechos. El Editor se preocupa de rescatar aquellos derechos que no han podido ser debidamente repartidos por su difícil identificación a la hora de su distribución por las Entidades de Gestión, analiza las liquidaciones y lleva a cabo las reclamaciones oportunas en defensa de los intereses legítimos del Autor de la obra. En definitiva, rescata todos aquellos ingresos que por muy variadas causas no hayan llegado al Autor.

8.- Es un eficaz colaborador. El Editor, en muchas ocasiones, toma parte activa al colaborar con el Autor para darle forma definitiva a una obra determinada.

9.- Es tu mejor consejero. El Editor es un consejero permanente del Autor, incluso en aspectos de la vida social que van más allá de la mera labor profesional; a él siempre puedes acudir.

10.- Es tu mejor socio. El Editor en su relación con el Autor aporta trabajo, inversión, experiencia, dedicación y eficacia.

Fuente: Asociación Española de Editores de Música

Ivan Aranega

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